¿Eres EMPÁTICO o estás APÁTICO?


Por: Yolanda Modol

Hoy quiero abrir mi corazón y mi mente una vez más, con dos emociones que son completamente diferentes: la empatía y la apatía.

La empatía es una emoción positiva, se nace con ella, a no ser que se hayan dado circunstancias a lo largo de nuestra vida; la vamos desarrollando de una manera natural. Un ejemplo muy claro es que me rompí un tobillo hace años y mi sobrina anteriormente se había hecho pupa, como dice ella, en un dedo. Para ella fue una experiencia que no olvidará, y cada vez que me veía sin decirle nada me ayudaba a levantarme o me cogía del brazo, algo tan simple como para expresar sus sentimientos, ya que empatizaba conmigo.

Pero como he dicho antes, no siempre es así, sobre todo en las empresas donde cada trabajador es individual y tiene su propia vida. No conocemos sus circunstancias y por mucho que nos pongamos en su lugar no siempre vamos a empatizar con todos los compañeros. Yo soy empática, me gusta ponerme en el lugar del otro, pero a veces no te das cuenta porque no sabes su vida, sus problemas, sus circunstancias familiares, personales, etc, y es imposible; lo único que conseguimos es sentirnos mal, ya que esa persona nos rechaza y no sabemos por qué. Pues bien, como experiencia también propia tengo una compañera que está en mi situación laboral y de un día para otro ha dejado de hablarme, sin saber el motivo. Te intentas disculpar por alguna cosa que no sabes qué es, intentas ponerte en contacto…, estimado lector no lo hagas. He aprendido que es mejor dejar a esa persona, ya que solo nos hacemos daño a nosotros mismos pensando que hemos obrado mal o cualquier otra circunstancia.

En un trabajo de oficina es muy complicado, como he dicho, empatizar con todo el mundo. Me acuerdo que había una chica que yo no sabía por qué siempre me respondía mal o me hacía sentir mal, y yo cada día era más amable con ella y ella más desagradable conmigo. Hasta que un día una sabia compañera me dijo que ni la saludara y así pasaron unas semanas, pues entonces Susana empezó a saludarme y llegamos a ser buenas compañeras de trabajo.

Y ahora escribamos sobre la apatía, una emoción negativa que mucha gente no comprende, pero se puede salir de ella. La apatía es la creencia “no puedo”, no se ha de confundir con una depresión. Es una sensación en la que no somos capaces de hacer nada para mejorar nuestra situación, tanto personal y laboral, como económicamente.  Una persona apática piensa: ¿a quién le importa?, ¿para qué buscar trabajo? Todo lo que piensa es negativo, se siente  cansada, agotada, se aísla, no ríe, se desespera al ver que no obtiene los resultados esperados, pero no se da cuenta que pueden haber otros resultados que no ve.

A gritos una persona apática está pidiendo ayuda,  pero cree que nadie lo ve. Aunque parezca algo increíble la mayoría de la gente funciona en el nivel de la apatía, ya que no se sienten capaces de satisfacer sus necesidades básicas.  La apatía indica una carencia de energía positiva y se acerca al pensamiento de “estoy muerto”.

“No puedo o  No quiero”, una manera de superar la apatía es  ver la compensación que obtenemos por no abandonar la actitud apática. La mayoría de los no puedo en realidad son no quiero. En realidad lo que se esconde detrás de esta  emoción es el miedo,  por falta de oportunidades. Si nos damos cuenta de que tenemos miedo, éste puede empezar a motivarnos a actuar y podemos pasar a la ira, al orgullo, al coraje, todos ellos sentimientos superiores a la apatía. Cuando dejamos poco a poco ese miedo, nos empezaremos a dar cuenta de que deseamos hacer las mismas cosas que tememos.  En la ira hay mucha más energía y capacidad de acción; normalmente forma parte de algún resentimiento por algún hecho pasado o acción de una persona, y el Coraje aún tiene un nivel más elevado y con una energía positiva, que nos ayudará a soltar el miedo poco a poco y aceptarnos a nosotros mismos.

Yo estoy en ese momento de dejar el miedo. ¿Tú en qué momento estás?

Gracias por leer este artículo, no tengáis miedo y no perdáis esa empatía por naturaleza.

Fuente: La Nueva Ruta del Empleo

Una respuesta a “¿Eres EMPÁTICO o estás APÁTICO?

Los comentarios están cerrados.